En marzo de 2020, nuestro gremio sufría las consecuencias de décadas de inacción, dejadez y falta de reconocimiento a la Cultura. La pandemia de la COVID 19 y el consecuente Estado de Alarma que supuso el cierre de toda actividad cultural constató, en primer lugar, que la inmensa mayoría de los artistas no podían subsistir económicamente más de dos meses en esas circunstancias y, en segundo lugar, que no existía una organización profesional que defendiese los intereses de la Lírica en nuestro país.

Nuestra profesión si se ha distinguido siempre por algo es por el exceso de individualismo, además de un sentimiento de desconfianza y lucha constante por y contra todo y todos, algo que tampoco ha ayudado a que el colectivo sea fuerte y sólido, razones estas, quizás, por la que en ocasiones anteriores no se llegó a buen puerto en el intento de configurar una organización en defensa de nuestro colectivo.

Ya desde nuestra formación académica, nuestra carrera es muy competitiva, pero cuando llega la tormenta, llega para todos. Esta fue la razón por la que en aquellos días de marzo de 2020, decidí decir NO a la resignación, y junto a otros compañeros, dar un paso al frente y formar un sindicato, de manera altruista y sin intereses personales. Nacía ALE, el Sindicato de Artistas Líricos de España.

Platea Magazine - Sindicato ALE: "La necesidad de un sindicato lírico", por Luis Cansino